¿Qué es lo más importante para un guitarrista en la alabanza?

Pero ¿qué es lo más importante? y en ¿Qué contexto? Si habláramos con el común de la gente sabrías hacia dónde dirigir la respuesta pero por lo general los guitarristas somos personas obsesionadas con nuestro instrumento, el tono, el delay, los amplificadores que usamos, saber que escala usar, el acorde de séptima que nos hará sonar más “sofisticados”, etc.
En los últimos años se ha visto
un crecimiento en el número de grupos cristianos y músicos que se dedican a la
alabanza y adoración como género musical; pero muchos de ellos no están ni
siquiera conectados con el “objeto de su adoración”.
En una noticia reciente realizada
a un cantante famoso llamado Tim Lambesis, de la banda de metalcore As I lay
Dying, declaró ser ateo. Lambesis fue detenido y puesto en prisión al haberse
encontrado pruebas que demostraban que contrato a un hombre para intentar
asesinar a su esposa. La banda era una de las más famosas dentro del género y
era conocida como banda de metal cristiano. Lambesis también contó que en los
festivales cristianos en los que participaba con otras bandas la gran mayoría
de bandas decían serlo pero en realidad no lo eran. "A decir verdad, yo soy
ateo," y creo que soy el tercero en la banda en serlo declaró, "Nosotros finjíamos".
Muchas veces usamos el membrete
cristiano para intentar cumplir deseos de fama o reconocimiento sin tener auténticamente
un corazón sincero con la fe que profesamos.
Para un adorador no debería
tratarse solamente de lo que hace en la plataforma, sino cómo lo hace; es decir
su actitud y motivaciones al hacerlo. No es solo las canciones que interpreta,
ni la destreza al hacerlo, la época actual exige que seamos auténticos y
originales con lo que pensamos y vivimos.

Mantener un enfoque claro
La semana anterior escuché la
historia de un hombre que no sabía tocar ningún instrumento, y en un momento de
mucha tensión en el país le pidieron que permitiera que en su casa dejen un
baúl grande con el tesoro más importante de la nación. Este hombre accedió; su
nombre era Obed-Edom, que significa Edom está sirviendo y el baúl con un tesoro
era la mismísima arca del pacto de Dios.
Obed y su casa fueron bendecidos
durante los tres meses que albergó el arca en su casa. Fue tal el impacto de la
presencia de Dios en su vida que él y su familia siguieron sirviendo a Dios en el templo.
Después leí que Obed-Edom servía en la alabanza tocando el arpa, ¡aprendió a
tocar el arpa! Esto significa que el impacto de Dios en su vida provocó una
sola respuesta, adoración!
Su nombre significa servicio, aún antes de estar en
el grupo de alabanza del rey David, Obed ya era un hombre dedicado a servir;
seguramente tenía la mejor actitud en su trabajo, en su casa, en su comunidad;
y después la motivación fue mayor. Estas son dos cosas que deben ayudarnos a
enfocarnos correctamente, no se trata de si tienes lo mejor en equipos o
instrumentos, o si estás justo donde el reflector apunta; se trata de la
respuesta de tu corazón por todo lo que Dios ha hecho, se llama adoración. Y hacerlo
con la actitud correcta se llama servicio.
La actitud correcta abre las puertas.
Los músicos generalmente quieren
llevarse el reconocimiento, y aún sin
reconocerlo existe un nivel de competencia entre nosotros, que si no es bien
direccionado puede resultar destructivo para uno y para el equipo. Los miembros de
tu equipo no son tus rivales, son personas con anhelos, sueños y necesidades
que están ahí para servir, tal como lo haces tú.
Una banda está formada por
músicos, pero un equipo está formado por líderes que entienden que todos son
valiosos y juntos dirigen la nave a un objetivo.
La camaradería debe ser un factor
imprescindible para poder trabajar juntos, acuerdos y actitudes conciliadoras y
de gratitud. Si necesitas algo pídelo con una sonrisa, si ves una necesidad
pregunta si puedes ayudar en algo, la época de los “rock stars” ya paso de moda. La amabilidad abre puertas y no te enfoques
solo en ti, tu sonido, tus equipos, etc. Piensa más en cómo ayudar a todos para
que al final del día los más beneficiados sean quienes asisten a la iglesia. No
hay mayor satisfacción que sentirse útil para servir a los demás con lo que más
te gusta hacer.
Ser músico en un grupo de
alabanza es mucho más exigente que tocar en otra parte, significa esfuerzo,
dedicación, servicio, excelencia y además vivir los valores que uno enseña.
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